La Hoguera Santa es un acto puramente de fe, y es el mayor propósito para la manifestación del poder de Dios en la vida de las personas.

Su finalidad es lograr que ellas pongan la fe en acción y estén sensibles a la voz de Dios. En este desafío, dan lo mejor de sí mismas para Él porque saben que recibirán la respuesta a su mayor necesidad.

La Hoguera Santa implica sacrificio, pero no cualquier sacrificio, sino de lo que Dios está pidiendo. También tiene que ver con sacrificar lo que está en nuestro interior y sabemos que le desagrada a Él, de tal manera que este sacrificio represente la propia vida. Es quedar dependiendo de Dios a través de la fe.

Este propósito está totalmente inspirado en la Palabra de Dios. En ella encontramos historias de personas que estaban enfrentando un problema que parecía no tener solución, sobre todo por sus condiciones y su pasado.

Nadie creía en ellas o que lograrían ser alguien, pero al hacer un desafío de fe con Dios, sucedieron cosas extraordinarias. Y ahora son referencia para enseñarles la solución a quienes son rechazados por los demás o que ven imposible el sueño de tener una vida diferente.

Hoguera Santa del Cambio de Espíritu

Quizá usted no lo sabía, pero existen 3 espíritus: el espíritu del diablo, el espíritu humano y el Espíritu de Dios.

El primero es el mal que somete la vida de las personas al sufrimiento. Las drogas, pérdidas, deseos de finalizar con la vida, una familia devastada y una existencia de carencias son solo algunos ejemplos de cómo actúa este espíritu destructivo.

El segundo se refiere a la mentalidad humana y su reacción ante los problemas. El ser humano suele ser negativo, conformista, miedoso, con falta de iniciativa… y la lista sigue. Estas son características que impiden que Dios actúe en su vida, pues siendo conformista, ¿qué puede hacer Él? Es ahí que la persona necesita buscar a Dios y pedirle un espíritu nuevo, pues un cambio de pensamiento puede traer consigo una vida diferente.

Ahora bien, el Espíritu Santo es la presencia de Dios habitando en nosotros. Y mientras el espíritu humano no esté conectado con Él, estaremos débiles. Uno cambia de verdad cuando recibe a Dios en su interior. Un claro ejemplo de esta transformación es precisamente Gedeón.

Hubo un tiempo en que el pueblo de Israel era saqueado y destruido por sus enemigos. Pese a que poseían fuerzas físicas, los israelitas las gastaban para construir cavernas y esconderse en ellas. Esto era precisamente porque su debilidad no era externa, sino interna, por eso no tenían la osadía para enfrentar al enemigo.

Sin embargo, entre ellos estaba Gedeón, un hombre que manifestó su indignación contra la situación a su alrededor. Aunque él era el menor de su familia y era considerado un cero a la izquierda, Dios vio sinceridad en su corazón, lo que lo convirtió en el líder que guiaría al pueblo a la libertad. 

Para ello, Gedeón decidió hacer un sacrificio para el Señor y, sabiendo que estaba dándole lo mejor de sí mismo, le pidió una señal de que estaba con él. Su obediencia y fe provocaron que Dios derramara su unción y el Espíritu Santo pasó a dirigir la vida de Gedeón, llevándolo a la victoria: «Y el Espíritu del Señor vino sobre Gedeón, y este tocó la trompeta y los abiezeritas se juntaron para seguirle» (Jueces 6:34).

Por eso, en julio, en todas las Universal, se estará llevando a cabo a cabo la Hoguera Santa del Cambio de Espíritu. Es el momento ideal para aquellos que desean lograr una verdadera transformación haciendo un desafío de fe.

Para saber cómo participar…

Acuda en una reunión en el Templo de los Milagros o en la Universal más cercana a su domicilio y conozca más al respecto. ¡Esta es la oportunidad para la transformación completa de su vida!